El Parque de los Inocentes debe su nombre a un accidente en una fábrica de pólvora que lo convirtió en un lugar maldito. Este lugar, que da título a la novela, es también, a su modo, uno de los protagonistas. (Por cierto que, cuando yo estudiaba COU en Murcia, mi habitación daba precisamente al parque de la Fábrica de la Pólvora, por lo que no me fue difícil situarme en la Medoria imaginaria del autor). La historia está narrada en primera persona por Alberto Candau, un joven traumatólogo casado con la hija de don Dionisio Guardiola, prohombre y notable político de la ciudad.
El texto comienza con el entierro de don Dionisio y la mudanza de Alberto y su esposa, Caty, a la mansión familiar, situada en las cercanías del parque. La casa fue el escenario, años atrás, de un crimen sin resolver (el de la esposa de don Dionisio y su criada cubana) cuya investigación acaba de reabrirse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario